Por Mario Cáffaro

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Desde 1983, la mayoría de los intendentes de la ciudad de Rosario intentaron y, en algunos casos, lograron llegar a la gobernación. La ciudad con mayor número de habitantes suele ser un buen trampolín aunque no sin riesgos. Ahora es Pablo Javkin quien parece decidido a  intentarlo. Horacio Usandizaga y Héctor Caballero no pudieron cumplir el sueño y sí los socialistas Hermes Binner y Miguel Lifschitz.

Está el candidato rosarino pero aún no está la escudería. "Javkin es Frente Amplio Progresista" coinciden en señalar dirigentes del Pro sin distinción de líneas internas. En cambio no son pocos los radicales que esperan que el rosarino sea parte de Juntos por el Cambio santafesino y aquella declaración de Creo (el partido donde milita el rosarino) junto a las tres fuerzas de Juntos más el PDP cuestionando el aumento de retenciones es tomando a cuenta de esa posibilidad. El rosarino ejerce el gobierno en una alianza, entre otros actores, con sectores del radicalismo de esa ciudad encabezados por la presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck; el sábado pasado en el llamado 'Foro para la Reconstrucción' fueron varios los radicales invitados a exponer en el panel de gobiernos locales más el diputado Mario Barletta.

En la oposición, además de Javkin, tiene su mirada puesta en la gobernación el radical Maximiliano Pullaro que acentuará su perfil dentro de Juntos por el Cambio en las próximas semanas. ¿Carolina Losada y Dionisio Scarpin repetirán la fórmula que los llevó al Senado?. El Pro tendrá candidato propio en la Paso, se afirma. Federico Angelini, Miguel Del Sel o Luciano Laspina -cada vez más ausente de Santa Fe- son los nombres en danza. "Debemos recobrar nuestro voto que emigró a Losada el año pasado" se dice en el Pro. Al lado de Pullaro tienden puentes de encuentro con los amarillos y en la fiesta de San Guillermo se mostraron juntos compartiendo escenarios. En el Pro santafesino prefieren jugar al escenario local y alejarse lo más posible de la fuerte disputa interna por la candidatura presidencial entre Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich.

¿Javkin jugará esa interna o intentará la tercera vía?. ¿Qué camino tomará el socialismo donde Clara García volvió a caminar la provincia?. Son todos interrogantes aún sin respuestas entre dirigentes que caminan el territorio y consultan encuestas, especialmente de imagen.

El rosarino Javkin advirtió que el camino al 2023 exige tres cualidades: humildad, valentía y sueños. La primera para una construcción que, dijo, será ladrillo a ladrillo; la segunda para enfrentar el desafío de la seguridad y las bandas de narcotráfico enquistadas en el territorio y soñar despiertos una provincia distinta, progresista, donde la pelea sea porque la riqueza que se genera regrese al territorio y no se quede en el AMBA como se encargó de precisar con números certeros en su discurso.

El 28 de abril, Felipe Michlig asumirá la presidencia del comité provincial y han sido invitadas todas las expresiones políticas opositoras al acto en uno de los salones del puerto. Lo ha dicho el senador por San Cristóbal que el objetivo es que el radicalismo convoque a un gran frente para el 2023 y -si es posible- que un radical asuma la gobernación a sesenta años del último que lo hizo, Aldo Emilio Tessio. Para esa construcción necesitarán menos ego y más solidaridad.

La oposición sabe que tiene una oportunidad, pero nadie da por derrotado al justicialismo y todos miran los movimientos tratando de saber cómo será allí el armado. Con el gobierno nacional, con el gobierno provincial y gobiernos locales tiene argumentos de sobra para intentar retener el Poder Ejecutivo. Un radical con mucha experiencia hizo notar a sus correligionarios el impacto positivo de algunas decisiones del gobierno actual en el electorado. 

Para la población, el problema pasa por el día a día con inflación, inseguridad, faltantes de combustibles o de materias primas para el quiere seguir apostando a la producción. Para la política el 2023 está a la vuelta de la esquina y las definiciones empiezan a madurar.