Por Paco Garibaldi

En otra época, tener una comisaría cerca solía ser sinónimo de mayor seguridad. En la actualidad, un lugar que otrora podía brindar cierta tranquilidad a sus vecinos, se ha transformado en un peligro latente. Imagínate estar en tu casa, un día cualquiera por la tarde y encontrarte con cinco desconocidos saltando el tapial de tu patio, porque acaba de escapar de la seccional policial lindera a tu vivienda. Esta situación tuvo lugar este martes en Barrio San Martín de Santa Fe, y sí bien puede sonar increíble, fue la propia vecina la que alertó en la comisaría que sus presos habían huido.

Esta fuga de la comisaría 10°, se convirtió en la tercera en apenas 4 meses del año (y la segunda en menos de una semana), visibilizando una situación de la que venimos alertando hace ya más de un mes en el concejo de la ciudad: las comisarías están abarrotadas, sobrepobladas. En la actualidad, según datos del MPA, hay 335 internos alojados en dependencias policiales, cuando la capacidad máxima es apenas 138. Y las consecuencias son claras: hoy tenemos prófugos sueltos entre nosotros que ya estaban en poder de las fuerzas de seguridad y a disposición de la justicia. La pregunta que nos hacemos todos es la misma: ¿qué más debe pasar para que el Gobierno Provincial ponga atención al tema? Y la responsabilidad de Omar Perotti tiene un condimento no menor, ya que es el mismo que sin un plan, sin equipos, pero con mucho marketing de consultoras porteñas, imprudentemente nos prometió a todos los santafesinos que su llegada al Gobierno venía con “La Paz y Orden”. Nos sentimos estafados.

Y esto no fue siempre así. En la gestión de Miguel Lifschitz se había comenzado con una regularización de esta situación, teniendo apenas un 7,3% de los detenidos de todo el departamento alojados en comisarías, una cifra que se ha prácticamente duplicado en la actualidad, lo que sumado a la paralización de la obra pública penitenciaria durante ya el tercer año del gobierno de Omar Perotti, generan este cóctel explosivo que pone en vilo a todos los santafesinos. Y entendemos que todo lo relacionado a resolver la problemática de la seguridad puede ser complejo, pero en materia de traslados al servicio penitenciario, no se requiere grandes presupuestos ni largos plazos de ejecución, pero sí requiere de voluntad, capacidad de trabajo y gestión, algo que desde el primer día este gobierno demostró carecer.

Por eso decimos que es momento de terminar con las excusas y acelerar, por ejemplo, la obra de la alcaldía en Barrio Las Flores. Anunciada durante la última campaña con bombos y platillos para marzo de este año y un mes y medio después todavía sigue en veremos. El Ministerio de Seguridad tiene que presentar un plan para que las comisarías dejen de ser un aguantadero de vehículos secuestrados e internos a la espera de ser trasladados. Necesitamos que el personal policial deje de cuidar presos en sus dependencias y vuelva a tener presencia en las calles, para abocarse a la prevención del delito. La seguridad de los santafesinos es innegociable. Necesitamos urgente que el Gobernador Omar Perotti se haga cargo de la responsabilidad que le toca y juntos encontrar las respuestas que la sociedad está esperando.