Esta semana y previo a lo que serán los festejos de Navidad y Año Nuevo, autoridades comunales de San Carlos Sud y Franck señalaron que se encuentran vigentes las ordenanzas que declaran a ambas localidades con Pirotecnia Cero.

Dese el año 2015, con la sanción de la Ordenanza N° 1703/15, Franck, es un pueblo libre de pirotecnia.

Esta normativa consensuada con distintas instituciones locales entre ellas, protectoras de animales, A.C.A.Dis, Bomberos Voluntarios, Centro de Salud, entre otras, busca evitar el sufrimiento de mascotas, niños, personas convalecientes, personas con autismo y otras consecuencias negativas del uso de pirotecnia como ser la afectación al medioambiente, por ejemplo, ante la posibilidad de generación de incendios.

“Los franckinos hemos demostrado nuestra empatía con quienes padecen la manipulación de este tipo de elementos explosivos. Sigamos construyendo una convivencia armónica entre todos los habitantes de nuestro querido pueblo. Que las fiestas sean para todos”, precisaron.

En tanto la comuna de San Carlos Sud recuerda que se encuentra vigente la ordenanza número 1215 del año 2016 que prohíbe la tenencia, acopio, depósito, exhibición, manipulación, uso, venta o cualquier otra modalidad de comercialización, tanto mayorista como minorista sea entre personas físicas y/o jurídicas de elementos de pirotecnia.

De esta forma, San Carlos Sud, Franck, se suman a Santa Clara de Buena Vista, San Carlos Centro, San Jerónimo del Suace, Grutly y San Agustín, que optaron por una medida similar.

A través de esta normativa se busca:

“Eliminar accidentes y perjuicios en la salud en niños y adultos, causados por el uso de pirotecnia”.

Erradicar accidentes de tránsito causados por la masiva cantidad de animales de compañía que escapan de sus hogares dado el terror que produce en ellos los decibeles de la pirotecnia.

La extinción de incendios de bienes muebles e inmuebles, causada por este uso.

La supresión de síntomas indeseados en bebes, niños, ancianos y personas con discapacidad, causados también por las molestias y los daños auditivos.

La significativa reducción de animales perdidos, muchos de ellos sin esterilizar, lo que incrementa el nivel de superpoblación en pueblos y ciudades, ya que quedan en situación de calle con posibilidades de procrear.

La supresión de la mortificación de animales que, año tras año, sufren los daños del uso de la pirotecnia, en múltiples sentidos.