Ignacio Pellizzón
Por un lado, ven con buenos ojos la participación del privado en solventar necesidades de las instituciones, pero otro sector advierte que este tipo de intromisión en las finanzas de los clubes es nocivo de cara al futuro.
Ignacio Pellizzón
El tradicional club rosarino Sportivo América, ubicado en calle Tucumán 2159, es una de las tantas instituciones barriales que viene siendo golpeadas económicamente. Desde el desmedido aumento de tarifas hasta el boom de la pandemia, la dejaron en una situación compleja.
Fue en diciembre cuando el club le solicitó al Concejo autorización para venderle a un privado un terreno lindero a cambio de obras de modernización y un inmueble, que le permitiría alojar a los jugadores del plantel de básquet que no fueran de Rosario.
Como suele suceder, los urgente no puede esperar los tiempos burocráticos que demandan este tipo de resoluciones legislativas. Es por eso que el club avanzó en la negociación, la cual consideran como fructífera.
Sin embargo, el tema llegó a ser tratado, finalmente, en el Concejo y obtuvo despacho favorable en la Comisión de Planeamiento. El expediente fue aprobado por mayoría reglamentaria, con el voto negativo del Bloque Ciudad Futura, y las abstenciones de los concejales Magnani, Giménez, N.López, Gómez Sáenz, Toniolli, Cozzoni y Gigliani.
En concreto, Sportivo América se desprendió del terreno a cambio de obras de infraestructura que le permiten modernizar sus instalaciones y un departamento de dos dormitorios que el club utilizará para alojar jugadores de básquet. Pero como una ordenanza vigente prohíbe que los clubes enajenen su patrimonio necesitó de este permiso especial que le otorgó el Palacio Vasallo para desafectar de la institución el lote en cuestión y asignarle indicadores urbanísticos establecidos para el Área Central.
El edil de Juntos por el Cambio, Agapito Blanco, dialogó con El Litoral y expresó que “los directivos del club les plantearon la importancia de atender el expediente, dado que la entidad ya vendió el terreno y necesita las obras que recibirá como contraprestación”.
El problema –según señala el concejal- estaba en que el lote no tenía indicadores, es decir, “no se podía utilizar para otra cosa que no fuera uso deportivo”, detalló.
Por eso, “se acordó incorporar las parcelas a la ordenanza Nº 8.243/08 ‘Reordenamiento Urbanístico del Área Central’”, que plantea indicadores para la zona como la posibilidad de construir hasta 23 metros de altura.
“Si bien hay una ordenanza que tiende a proteger a los clubes, en este caso llegamos tarde, porque ya el club se desprendió de los bienes. Lo importante es que como parte del acuerdo la constructora entregará un departamento que el club planteó que necesitaba ya que alquila para los jugadores -de su plantel de básquet- que no son de la ciudad, por lo que el departamento se escriturará a nombre del club”, argumentó Agapito.
Caren Tepp, es la referente de Ciudad Futura, el bloque que votó en contra de esta resolución. En contacto con El Litoral señaló que “todos los inmuebles de los clubes en Rosario están protegidos por una ordenanza municipal, por el rol social que cumplen, por ende, están al margen de la lógica de las reglas del juego del mercado. Nosotros vemos con mucha preocupación que, más allá de este caso, es el primero de una serie de operaciones que pueden venir hacia adelante. Recordemos lo sucedido con el club Italiano”.
“Notamos que hay determinados sectores del negocio inmobiliario de la ciudad empiezan a articular con los clubes, que se encuentran en las zonas más costosas de Rosario, para poder entrometerse en sus comisiones directivas en pos de desarrollar sus propios proyectos”, agregó Tepp.
En este sentido, “el Estado está llegando tarde. Los clubes necesitados de recursos, con caídas en las cuotas societarias, endeudados, quedan a merced de estos grupos empresarios. Por eso, nos parece contradictorio que desde el Concejo se avale este tipo de operaciones en el que el privado sale como a solventar las necesidades de los clubes a cambio de que les permitan llevar a cabo sus propios negocios”, cerró la concejala.