Dos finales, una estrella, 30 goles, varios golazos y un total de 20 asistencias en menos de 80 partidos con la sangre y luto. El jugador más determinante de la historia de Colón se queda afuera en el momento más caliente del semestre.
Colón sin el "10". La foto que nadie quería ver: el tucumano Luis Miguel Rodríguez dejando en camilla el Cementerio de los Elefantes el viernes pasado contra Estudiantes. Se desgarró el aductor y estará unos 45 días afuera de todo. Crédito: Pablo Aguirre
Nada nos deja más en soledad que la alegría si se va. Por primera vez, en mucho tiempo y con su fallido exilio en La Plata, Colón afrontará este jueves una dura parada copera con la ausencia de su jugador-franquicia, el más determinante de la historia en sus vitrinas: Luis Miguel Rodríguez, que comenzó su rehabilitación del aductor y estará 45 días fuera de la cancha. La batalla del Chaco contra un casi fundido Olimpia, en ese Defensores que trae un hermoso e inolvidable recuerdo con los penales de Pablito Burtovoy en una noche épica con sus cuatro penales y 5.000 almas sabaleras reventando esa cabecera, la que estaba en el otro arco.
La incidencia positiva de "Pulga" en el Mundo Colón es indiscutible, claramente comprobable: tres años, dos finales, goles para colgar de cuadros en modo museo, 30 goles y 20 asistencias en menos de 80 juegos. "Ustedes, los periodistas, ven lo que Colón puede perder adentro de una cancha si su jugador estrella, pero los que estamos acá adentro vemos los que se pierde en el día a día con todo lo que contagia el tucumano: habla con los pibes, es el primero que llega a entrenar, maneja la armonía de los grandes y tiene la humildad de un desconocido", confiaba a El Litoral alguien cercano al comando técnico del "Emperador" Julio César Falcioni.
La otra particularidad, sin dudas, en esto de las batallas internacionales, será la baja del golero Leonardo Fabián Burián, el otro símbolo copero de Colón en estos últimos tres años. Tal como lo anticipó El Litoral, "Cachorro" se queda afuera del cruce con Olimpia de Paraguay en el Defensores del Chaco. El jugador, que debió viajar de urgencia a Uruguay por un problema familiar (ingresaron a su vivienda a robar), estaba volviendo por estas horas desde Montevideo a Santa Fe, entrenará con un PF que queda en el predio y seguramente se sumará directamente el viernes al hotel sabalero en la Capital Federal (este mismo sábado Colón visitará en el Viaducto de Sarandí al Arsenal de Leo Madelón). El chico Chicco será el golero, como aquélla vez en Venezuela por la Sudamericana.
¿Cómo será para Colón vivir y sobrevivir sin PR 10 en la parte más caliente del semestre?. En 44 horas, Colón define entre el Defensores del Chaco y el Julio Humberto Grondona de Sarandí gran parte de su futuro en este semestre: la Copa Libertadores (clasifican dos) y la Copa de la Liga (clasifican cuatro). "Es una locura, ni siquiera respetaron las 48 horas mínimas entre un partido y el otro; encima los dos de visitante y con viaje en el medio", se quejó uno de los dos "Emperadores" que tendrá el Coliseo de Paraguay (a Julio César Cáceres, DT de Olimpia, lo apodan igual que a Falcioni).
A priori, el experimentado adiestrador sabalero modifica nombres y dibujo táctico. Si bien el hincha "leerá" los mismos nombres atrás (Meza, Goltz, Garcés, Delgado, Teuten), los ensayos caminaron a un solo lugar: 4-4-1-1. "Delgado jugará de 3 en línea de cuatro y Teuten jugará de extremo izquierdo en línea de cuatro volantes. En cuanto a los dos de arriba, la idea es que Facu Farías se tire unos metros atrás y que Lucas Beltrán vaya de punta-punta". La idea es juntar líneas. Y juntar pases, claro está. Sin un "10" clásico como "Pulga", pero con mucha movilidad de parte de los todo-campistas.
Son horas de quiebre para el Mundo Colón. Para un lado o para el otro. Vivir y sobrevivir sin el "Pulga" Luis Miguel Rodríguez es, de base, el gran objetivo de Colón en estas 44 horas que asoman en el año nuevo sabalero: jueves a las 21 contra Olimpia en el Defensores del Chaco en Conmebol Libertadores y sábado a las 19 frente a Arsenal en el Viaducto de Sarandí por la Copa de la Liga.
Los dos frentes están abiertos: hay que cerrar la herida de La Olla en esa misma ciudad (1-3 contra Cerro Porteño de Paraguay) y llegó la hora de empezar a ganar en el torneo doméstico, donde quedan seis puntos contra dos de los rivales más débiles de la zona (primero Arsenal allá, después Vélez acá). Pero, como varias veces se afirmó: el rival de Colón, muchas veces, es el mismo Colón. Depende más de lo que haga o deje de hacer el onceno de Falcioni.
Sin los jugadores grandes ("Pulga", Burián, Vega, Sandoval, todos descartados), teóricamente ideales para este tipo de batallas, Colón juega dos finales con la mitad de jugadores de la casa: de los 24 que lleva Falcioni para estos dos partidos, 12 son del semillero sabalerito.
Vivir y sobrevivir sin Luis Miguel Rodríguez. "Tu vida fue una hermosa vida...tu vida transformó la mía", podría cantar hoy cualquier hincha de Colón con la estrella en el pecho. Colón sin "Pulga". Como canta Fito, no hay merienda si no hay capitán.