Dos entrerrianos fueron indagados esta semana por la Justicia Federal santafesina, acusados por el transporte de más de dos kilos de cocaína pura, secuestrada en una persecución policial ocurrida el lunes; que se inició con el robo de una despensa de la ciudad de Esperanza y terminó en uno de los accesos norte de la capital provincial.

 

Varias fueron las hipótesis que se lanzaron a propósito del hecho, dado que la víctima, una mujer que atendía un pequeño comercio del rubro almacén en las afueras de la ciudad, denunció el robo de 19 mil dólares y $ 9.000.000, lo cual llamó profundamente la atención de los investigadores.

 

A ello se sumó el hallazgo, no sólo de la droga, que estaba en el baúl del Fiat Palio rojo en el que escaparon los delincuentes, sino de otras dos bolsas plásticas repletas de billetes, cuya cuenta arrojó una cifra también millonaria: $ 4.637.400.

 

Pacto de silencio

 

Con el correr de las horas fueron surgiendo nuevos elementos que habilitan a pensar que podría tratarse de un "ajuste de cuentas" del narcotráfico, una "mejicaneada" -como suele decirse cuando las bandas delictivas se atacan entre sí para robarse-, o directamente un robo a sabiendas de que en el lugar había muchísimo dinero líquido.

 

 Por el momento se desconoce si la droga -2,138 kg. de cocaína- estaba junto con el dinero denunciado como robado desde el almacén de la calle Moreno al 4800 del barrio La Orilla, unas 20 cuadras al norte de la ruta 70. Ni las víctimas del robo hicieron referencia a la droga, ni los detenidos dijeron nada en tribunales.

 

De fondo, la existencia de un pacto de silencio remonta la historia seis años atrás, cuando el mismo local de Moreno al 4800 fue allanado en busca de drogas -se secuestraron 728,8 gramos de marihuana y 53,67 de cocaína- y su propietario, Sebastián Bramuel, terminó detenido y luego condenado por el comercio de las sustancias prohibidas.

 

 

 

 

La víctima y sus vínculos

 

Y si bien es cierto que Bramuel (la víctima) no estaba siendo investigado actualmente, la declaración espontánea de su pareja acerca de la tenencia de semejante suma de dinero (en total serían unos $ 13.000.000 debajo del colchón), no se descarta que tras purgar condena haya reanudado sus vínculos con el narcotráfico.

 

Por ello, desde la Fiscalía Federal Nº 1 del Dr. Gustavo Onel, se encuentran cruzando datos patrimoniales, antecedentes e informes de migraciones -especialmente con países limítrofes-, de los dos hombres detenidos, los prófugos que fueron identificados, pero también de Bramuel y su esposa Vanesa A. Además, producto de la investigación, se pudo identificar a dos de los tres prófugos, los cuales cuentan con pedido de detención extendidos por el Juzgado Federal Nº 1 de Sata Fe.

 

Indagatoria

 

Hasta el momento se sabe que las personas que se encuentran detenidas, Eduardo T. (67) y Andrés F. (59), son oriundos de la ciudad de Paraná y ambos contarían con antecedentes penales por delitos contra la propiedad en la provincia de Buenos Aires.

 

Ambos fueron indagados el martes 22 de marzo por el juez federal Marcelo Bailque, por el delito de "transporte de estupefacientes". Asesorados por la defensa pública, se abstuvieron de prestar declaración y continúan detenidos a la espera que se resuelva su situación procesal.

 

Por otra parte, se espera que el fiscal del Ministerio Público de la Acusación (MPA) del departamento Las Colonias, Alejandro Benítez, los lleve ante un juez provincial para imputarles el delito de "robo agravado por uso de arma y el número de personas" del cual resultaron víctimas los dueños del pequeño comercio esperancino.

 

"La plata"

 

El robo se produjo el lunes alrededor de las 10 de la mañana y fue denunciado al 911 por las propias víctimas, que quedaron encerradas en un baño de la casa. Dos de los delincuentes ingresaron a la despensa como clientes y a poco de iniciar el diálogo con la comerciante, desenfundaron sus armas y comenzaron a pedir "la plata".

 

En la huida, se toparon con un control policial en el cruce de las rutas 70 y 5, pasando la estación de peaje, camino a Santa Fe. Aminoraron la velocidad, entablaron un diálogo con el uniformado que los entrevistaba y al saberse descubiertos emprendieron la fuga, que terminó en la circunvalación oeste, en el acceso al barrio La Tablada, cuando chocaron con un patrullero que los perseguía.

 

Los dos mayores quedaron atrapados dentro del auto, mientras que los otros tres escaparon hacia el río, sin que en el impacto con la policía se produjera un sólo disparo.

 

 

 

 

 

"Un operativo Excelente"

 

El jefe de la Unidad Regional XI del departamento Las Colonias, Martín Molina, fue categórico al considerar el éxito del operativo que permitió que permitió desbaratar el robo y lograr el secuestro de una parte del dinero y la droga.

 

 

"Fue un hecho de mucha relevancia en la zona", resumió el titular de la fuerza, quien relató el minuto a minuto de la persecución, desde que escucharon el pedido de colaboración por la frecuencia de radio, hasta que finalmente entregaron el procedimiento a la fuerza federal.

 

"Fue un operativo excelente, se logró aprender a las personas, no hubo personal lesionado, ni accidentes contra terceros", evaluó Molina, quien destacó "la inmediatez con que se logró implementar el operativo cerrojo y la actuación y compromiso del personal" a su cargo.

 

 

El comisario que lidera la URXI desde hace apenas un año, reveló que en el momento de mayor riesgo de la persecución, intervinieron el jefe y un efectivo de la comisaría de la localidad de Empalme San Carlos. Tal vez por desconocimiento de la zona o por una equivocada sensación de impunidad, los maleantes "agarran por la ruta 70 para volver a Santa Fe, pero se encuentran con un móvil de Empalme San Carlos en el cruce de la 70 y 5", narró el entrevistado.

 

"Por las características del vehículo rojo y con tanta cantidad de personas, le piden la documentación. Pero los ocupantes se ponen nerviosos y se dan a la fuga. El móvil comienza una persecución, con el jefe de la comisaría y un efectivo" quienes terminan chocando contra el Palio en uno de los accesos a circunvalación. 

 

Minutos después del impacto, la zona se llenó de móviles del Comando Radioeléctrico, de Infantería y las PAT de uno y otro lado del río Salado. A partir de entonces "se organizó un rastrillaje pero no se logró individualizar" a los prófugos. "Desconocemos si se llevaron otros elementos, como dinero o armas", aclara.

 

Como resultado del operativo "se secuestran dos pistolas y un revólver, cuchillos, teléfonos celulares, los dos panes de estupefacientes y el dinero", enumeró el jefe, quien aclara que "la plata estaba en el baúl, que no se abrió hasta que llegó el fiscal (Alejandro Benítez) y la gente de la AIC".

 

Finalmente, ante el hallazgo de la droga "se desglosan las actuaciones: el Juzgado Federal absorbe lo del dinero, la droga y los aprehendidos; y la justicia ordinaria las armas de fuego y el robo calificado", completó.