Preso hace poco más de un año y con una nueva defensa, Andrés Kaipl solicitó la libertad con alternativas, volvió a brindar su versión de los hechos y cuestionó la investigación que lo tiene como coimputado en el crimen de Hugo Oldani. El juez Gustavo Urdiales rechazó el pedido, tras considerar que sólo se presentó un "nuevo análisis" de los elementos que ya habían sido revisados.

 

La audiencia comenzó el miércoles y, tras un cuarto intermedio, terminó de desarrollarse este viernes por la mañana. Los defensores Gustavo Abraham y Ana María López solicitaron la revisión de la prisión preventiva del relacionista público y cuestionaron la falta de evidencias que lo vinculen con el resto de los imputados.

 

 

Los fiscales Martín Torres y Estanislao Giavedoni reemplazaron a sus colegas Gonzalo Iglesias y Ana Laura Gioria, quienes están al frente de la investigación, y junto al abogado querellante Esteban Yossen sostuvieron que no se incorporó ningún elemento nuevo a la causa y solicitaron que se rechazara el pedido de la contraparte.

 

 

 

Doble beneficio

 

 

Abraham realizó un repaso por la causa, desde el momento en que se comenzó a investigar a "Andresito" Kaipl, cuestionando duramente la declaración del coimputado Brian Damiani en agosto de 2020. En su relato, el joven había mencionado que la mañana del día del crimen (11 de febrero de 2020) fue hasta una farmacia junto al relacionista público y otros cómplices, donde se reunieron con un hombre que les dijo qué debían hacer y les comentó: "No hace falta que lleven armas, (Oldani) es un cagón, les va a dar todo".

 

"Andresito" fue detenido el 29 de diciembre de ese año junto al bioquímico Alfredo Sadonio, que recientemente solicitó el sobreseimiento, e imputado como quien realizó tareas de inteligencia, planeó el robo y brindó apoyo logístico a la banda. Abraham destacó que "en seis meses de investigación no hubo una evidencia que lo vincule -a su cliente- con Sadonio, ni con el resto de los imputados".

 

 

Además, la defensa cuestionó los motivos de Damiani para declarar e involucrar a Kaipl: "tenía un doble beneficio, mejoraba su situación con la fiscalía y se sacaba de encima a sus acreedores". Ya que, según la versión del relacionista público, la tarde en cuestión se dirigió a la Galería Rivadavia citado por Damiani, quien le entregaría un dinero que le debía a su socio prestamista. En esa línea, Abraham también criticó que no se hubiera citado a declarar a ese hombre, para corroborar lo dicho por su cliente.

 

 

En cuanto a la calificación legal, ya que Kaipl está imputado por haber planeado el robo a Oldani, la defensa puso en duda si realmente se trató de un robo o en verdad fue un "cobro", como refieren algunos de los involucrados. Si fuera así, "mi cliente no puede haber planeado algo que no ocurrió".

 

 

Planteos viejos

 

 

Tanto fiscalía como querella resaltaron que los planteos de la contraparte no eran nuevos, y que ya habían sido tratados tanto en la audiencia en la que "Andresito" quedó en prisión preventiva, como en la de febrero de 2021 cuando se revisó dicha cautelar.

 

En sus alegatos destacaron que la investigación nunca se detuvo y que, en cuanto a los dichos de Damiani, estos se corroboran con evidencia objetiva y con otros testimonios, y de allí surge el grado de credibilidad que poseen. Además, señalaron que es el único de los imputados que decidió firmar un juicio abreviado (ofrecido a todos los involucrados), que se tratará los primeros días de febrero y comprende la pena de 12 años de prisión.

 

En esa línea, señalaron que Agustina González fue declarada penalmente responsable en la Justicia de Menores, por el "homicidio doblemente agravado y la tentativa de robo calificado" de Oldani, y condenada a 10 años de prisión (la pena fue recurrida y la Cámara de Apelaciones aún no se ha expedido al respecto).

 

Aclararon, también, que hay una razón para que aún no se haya citado a declarar a determinadas personas: primero hay que descartar que puedan haber tenido algún tipo de participación en el crimen.

 

 

Pena elevada

 

 

El juez Urdiales estuvo de acuerdo con lo planteado por el bloque acusador respecto de que los alegatos de la defensa ya habían sido valorados por otros magistrados, y consideró que la prisión preventiva continúa siendo necesaria, en virtud de que los riesgos de fuga y entorpecimiento probatorio siguen vigentes.

 

 

Recordó que Kaipl lleva un año privado de su libertad y que el plazo de la cautelar es de dos años, con la posibilidad de extenderse uno más. Por esto, y teniendo en cuenta que está imputado por uno de los delitos más graves del Código Penal por el que la fiscalía planea solicitar una pena elevada, la medida no ha perdido proporcionalidad.

 

 

El juez también señaló que los argumentos del Dr. Abraham podrán ser revividos en otra etapa procesal, hacia la cual se encamina la causa, tanto en la audiencia preliminar o durante el juicio oral y público.