Un informe del Laboratorio Forense de Recreo aportó un nuevo elemento de prueba en la investigación por el homicidio del comerciante de 29 años, Julio Cabal, ocurrido el 17 de septiembre de 2019 en zona céntrica de Santa Fe.

 

La evidencia científica, a cargo del Servicio de Genética Forense -que funciona en los laboratorios del Organismo de Investigaciones (OI) y bajo la órbita del Ministerio Público de la Acusación (MPA)-, reveló a quién pertenecía la boina a cuadritos blancos y negros, hallada dentro de la fiambrería, donde Cabal se topó con el delincuente.

 

Si bien el examen descartó categóricamente la presencia del ADN del imputado Juan Cruz Gambini, en cambio confirmó que la boina "fue usada con habitualidad por una persona que, de acuerdo a los resultados del estudio, es el padre del imputado".

 

 

 

 

 

 

Perfil paterno

 

"Se detecta una relación de parentesco (paterno-filial) entre los perfiles genéticos obtenidos de la muestra", define el informe técnico, que lleva la firma de tres bioquímicos del Laboratorio Forense instalado en la ciudad de Recreo.

 

Fuentes del caso remarcaron la importancia que tiene el hallazgo en términos de prueba, de cara a un juicio oral y aclararon que esto no significa que haya sido el padre de Gambini quien cometió el crimen, sino que refuerza la teoría de la fiscalía, de que fue justamente éste quien la llevaba puesta ese día y que la perdió en el forcejeo con "Julito", que trató de persuadir al asaltante y en cambio éste lo ejecutó.

 

Asimismo, las fuentes señalaron que "la novedad ya fue comunicada a la familiar" Cabal; y si bien existen otras evidencias que incriminan a Gambini, ésta en particular fue recibida como "un logro" por los investigadores.

 

 

 

 

 

 

Cotejo de ADN

 

El estudio solicitado por la fiscal de Homicidios, Ana Laura Gioria, fue realizado entre febrero y marzo de este año, y consistió en el cotejo de las muestras dos hisopos obtenidos de la boina y la sangre extraída al imputado a fines del año pasado.

 

"El logro es haber podido levantar la boina que cayó en el forcejeo" y que luego se haya podido "detectar ADN del padre del imputado. Es muy positivo", destacaron allegados al caso, especialmente teniendo en cuenta que no siempre se logran resultados tratándose del estudio de "células epiteliales", que son aquellas que recubren las superficies del cuerpo y están -por ejemplo- en la piel de las personas.

 

Cabe recordar que la presencia de la boina en el lugar se encuentra reforzado por la declaración de la empleada del negocio, la única testigo del crimen que, a pesar de lo traumático del episodio, pudo recordar que el atacante ingresó al local con la boina colocada.

 

 

 

 

 

 

En tribunales

 

Julio Cabal tenía 29 años cuando lo mataron de un tiro en el pecho. Trabajaba junto con su padre, en un negocio familiar del rubro fiambrería, y uno de cuyos dos locales era el de calle Urquiza al 2215, a metros de calle Salta y unas pocas cuadras al oeste del microcentro santafesino.

 

Juan Cruz Gambini, de entonces 24 años, fue detenido tres días después (el viernes 20 de septiembre) en Gaboto y Crespo, en Villa del Parque. Fue llevado ante el juez Sergio Carraro donde la fiscal Gioria le atribuyó la autoría de los delitos de "robo calificado por el empleo de arma de fuego, en grado de tentativa; y homicidio doblemente, calificado por empleo de arma de fuego y criminis causae".

 

Una semana después de la muerte del comerciante, otro magistrado, el Dr. Luis Octavio Silva, ordenó la prisión preventiva de Gambini, a pesar de la oposición de la Defensa Pública. Y el 5 de noviembre se desarrolló una audiencia de apelación, en la cual el camarista Sebastián Creus confirmó la cautelar tal como fue dictada en primera instancia.

 

 

 

 

 

 

Huida registrada

 

A lo largo de la investigación, la fiscal Gioria sostuvo que el hecho ocurrió a las 13.15 del martes 17 de septiembre de 2019, en el comercio de calle Urquiza 2215 llamado "Almacén del Norte". También narró que Gambini llegó a bordo de una moto de 110 c.c.; que utilizó un revólver plateado calibre 32 mm.; y que si bien Cabal intentó persuadirlo de cometer el robo, en un momento realizó un movimiento -no está claro si intentó defenderse- pero el agresor lo paralizó de un balazo en el tórax.

 

Sobrepasado por la situación, Gambini huyó por Urquiza sin consumar el robo y dobló en Salta a gran velocidad hacia el oeste, raid que quedó registrado en las cámaras de seguridad del 911 y la municipalidad y en la memoria de varios testigos que declararon en la causa. Al salir, las imágenes lo toman sin la boina cuadrillé.