Ante el recrudecimiento de los homicidios en Santa Fe y Rosario, el Jefe de la Policía dejó sin efecto una resolución de 1998 que prohibía a los efectivos tener el arma lista para disparar. La decisión fue cuestionada por la secretaria de Derechos Humanos de la provincia, Lucila Puyol. “Es un retroceso”, advirtió.