Es un símbolo de barrio Santa Rosa de Lima y en sus paredes todavía persiste el recuerdo del paso del Salado. Su directora había preparado un centro para evacuados y a las pocas horas el edificio fue sepultado bajo el río. "Memoria, verdad y justicia", sigue reclamando la ex directora, Ana Salgado, a 19 años de la peor tragedia de la ciudad.