Por Redacción EL

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"Nunca vi esto. Mirá ese camalote atascado en el espinel, ¡el río corre al revés!", le dijo el tripulante de un velero a otro, cuando navegaban el río Santa Fe el sábado pasado, durante una regata realizada frente al Yacht Club. Era la comprobación de lo que presentían todos los integrantes de la flota de veleros que participaban de la prueba náutica. Algo pocas veces experimentado.

Es que el río Santa Fe, también conocido como Canal de Derivación Norte, corrió durante algunas horas del sábado en sentido inverso al habitual. Lo común es que el agua que ingresa desde el río Paraná al sistema del arroyo Leyes y los Saladillos, al norte de la ciudad, avance con sentido al sur por la laguna Setúbal y desemboque en el río Santa Fe a través de la corriente que lo expulsa hacia el Coronda y aguas abajo al Paraná. Pero en un tramo del Santa Fe ocurrió lo contrario.

El tramo en cuestión es el comprendido entre el Puente Oroño y el Puerto de Santa Fe. ¿Por qué ocurrió esto allí? Porque el caudal de agua que llega desde el Paraná por el Canal de Acceso al Puerto fue superior al que llega por la laguna Setúbal.

La explicación fue publicada por El Litoral el lunes, en boca de una especialista, la hidróloga de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la Universidad Nacional del Litoral (FICH UNL), Rosana Hämmerly. "La cuenca de Los Saladillos, a la que pertenece la laguna Setúbal, es un sistema no típico que pertenece al sistema Paraná, de relieve muy llano con zonas deprimidas no encauzadas y con arroyos que escurren con dirección Norte-Sur".

"Es un sistema hídrico de naturaleza compleja acentuada por la acción antrópica orientada a la construcción de estructuras para facilitar el escurrimiento (canales), protección ante los excesos hídricos (terraplenes), almacenamiento de agua en épocas de déficit hídrico", enumeró la especialista en su explicación. "Estos sistemas, en que las componentes verticales predominan por sobre las horizontales, tal como sucede en la generalidad de las cuencas de llanuras, se comportan según sea el nivel del agua existente, modificando la dinámica hídrica; es decir, la dirección de escurrimiento puede verse modificada, e incluso cambiar su sentido", afirmó la hidróloga. Y ello es lo que ocurrió en Santa Fe.

Más adelante, Hämmerly dijo que "no es un cambio de dirección de la corriente. Es una afectación de un tramo. Es decir, si observás aguas arriba vas a encontrarte con la dirección de la corriente hacia el sur, como es habitual". Para poder determinar en qué sector cambia el sentido "habría que medir los niveles del 'pelo de agua' para determinar bien las pendientes hidráulicas".

El navegante de veleros de la ciudad que participó de la regata el sábado frente al YCSF dijo nunca antes haber experimentado esto. "Navegamos habitualmente la zona y es sabido que el río Santa Fe corre hacia el sur. Pero el sábado, cuando viajábamos con viento de popa hacia la cancha de regatas ubicada entre los clubes YCSF y Regatas, nos dimos cuenta de que el río estaba corriendo en sentido contrario -relató el deportista-. Y durante una de las competencias (fueron cuatro regatas) una boya 'garreó' (se soltó) y comenzó a navegar hacia el lado del Puente Oroño, lo que nos ratificó lo que ya habíamos comprobado antes con nuestra experiencia a bordo y al ver el viaje de los camalotes", dijo el nauta a El Litoral.

Otro aporte científico al fenómeno natural fue brindado a El Litoral por el experimentado Ingeniero Carlos Ercole. "¡Es cierto! Hace unos cuarenta años atrás, cuando hicimos el modelo hidrodinámico en ramas (un estudio en el marco del recordado proyecto de represa Paraná Medio) apareció este fenómeno -dijo-. La onda viaja más rápido por el Paraná que por el Leyes, lo que provoca fenómenos transitorios en la Setúbal".

Además, este tipo de fenómenos naturales "se dan siempre cuando el río está en un nivel bajo, como ocurre ahora" con la bajante histórica del Paraná, que ya cursa su tercer año. "Otra consecuencia es que aparece un punto de velocidad nula en la laguna -agregó Ercole-, como consecuencia que viene con velocidad positiva por arriba y negativa en el puente".

"La situación verificada el sábado viene a corroborar estos estudios que llevamos adelante hace 40 años", cerró el especialista.