Con esa frase que titula la nota, la diputada provincial, Betina Florito recordó el Día del Niño por Nacer que se conmemora cada 25 de Marzo. La presidenta del bloque Somos Vida Santa Fe participó de la celebración de la Jornada de Oración por la Vida y Solemnidad de la Anunciación que en la oportunidad ofreció el arzobispo de Santa Fe, Sergio Fenoy en la parroquia Nuestra Señora del Tránsito.

"Para nuestro espacio es una jornada muy significativa porque defendemos la vida desde la concepción hasta la muerte natural. Por eso adherimos a todas las actividades que se realizaron para visibilizar este día", señaló Florito. "Decimos que para un argentino no hay nada mejor que otro argentino por nacer ya que, desde el espacio, trabajaremos sin descanso en políticas que apuesten a la defensa de la vida del niño por nacer en representación de los casi 300 mil santafesinos que nos votaron en 2019", afirmó la legisladora provincial.

En 1998 Argentina se constituyó en el primer país del mundo en declarar el Día del Niño por Nacer, con el fin de conmemorar, promover y defender la vida humana desde la concepción en el vientre materno. La vida está amparada jurídicamente por nuestra Constitución Nacional ya que se le otorga jerarquía constitucional a los Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos, entre ellos, la Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1989.

Argentina ratifica el artículo 1 de esa Convención diciendo que debe interpretarse en el sentido que se entiende por niño, todo ser humano desde el momento de su concepción y hasta los 18 años de edad. La celebración por el Día del niño por nacer contempla "que se considera de esa forma a todo ser humano desde el momento de la concepción"; "que ese ser humano goza de todos los derechos establecidos en la Convención sobre los Derechos del Niño y tiene derecho a una protección especial, más que cualquier otra persona, por parte de la familia, el Estado y la sociedad".

Además, "que el niño por nacer tiene derecho a la vida, a estar sano, a encontrar una familia, a educarse y a desarrollarse en un ambiente favorable" y "que en todas las decisiones y medidas que tomen o en que intervengan instituciones públicas o privadas, así como órganos legislativos, judiciales o administrativos, es de consideración primordial el interés superior del niño por nacer".