Este último sábado 15 de enero falleció la Dra. Eleonor Ofelia Harboure. "Pola", como era llamada por familiares, amigos y colegas, tuvo una destacada trayectoria en el campo matemático. Fue presidente de la Unión Matemática Argentina (UMA), siendo la primera mujer en conducir esta institución fundada en 1936, desde el 2011 al 2013. También, fue la primera mujer en ser promovida a la categoría de Investigadora Superior en el área de Matemática, por parte del CONICET. Además, creó el PEMA -Programa Especial de Matemática Aplicada-, antecedente fundamental para luego fundar y dirigir el Instituto de Matemática Aplicada del Litoral (IMAL).

"El CONICET Santa Fe se hace eco de ésta triste noticia, saluda especialmente a familiares y compañeros y compañeras de trabajo", expresaron desde la institución científica y compartieron una semblanza hecha por el Dr. Hugo Aimar. 

Aunque porteña de nacimiento, la Dra. Harboure tuvo una prolífica labor docente en nuestra ciudad. Fue profesora titular en la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral, dedicando gran parte de su trayectoria y compartiendo su amplísimo conocimiento en diferentes asignaturas del área de Matemática. 

En 2018, “Pola” Huardubre, junto a Yolanda Bolzón y Roberto Rivarola, recibieron un reconocimiento por parte del ex gobernador Miguel Lifschitz. Foto: Gentileza

"Pola ha sido docente referente en su área de expertiz de muchas generaciones de estudiantes y graduados, dirigiendo tesis de grado y posgrado, entre muchas otras tareas de formación que realizaba", indicaron con pesar desde la casa de estudios al comunicar la noticia.

En reconocimiento a quien dedica su vida a la ciencia, tanto por el mérito de sus antecedentes científicos y personales, como por lo que ha hecho por el desarrollo de su especialidad en la Argentina, "Pola" también había sido incorporada en 2018 a la Academia Nacional de Ciencias de Córdoba.

Matemática de oro

La Dra. Harboure fue la primera mujer en el país promovida a la máxima categoría de investigación en el Conicet, en el área de Matemática. Como tal, recibió el pin dorado en honor a su trayectoria.

En la nota titulada "Pola, la mujer del pin dorado", El Litoral daba cuenta de la trayectoria y el reconocimiento de la fallecida científica. Allí, contaba que fue su padre quien la apodó: “Mi papá veía llegar al puerto los inmigrantes polacos con sus bebés rubios. Como yo tenía ese aspecto, entonces comenzó a decir: ‘Mi hija parece una polaquita’. De ahí me quedó el apodo de Pola”.

En dicha semblanza, escrita por el periodista Luciano Andreychuk, "Pola" cuenta que vivió en Minnesota, Estados Unidos, durante cuatro años mientras se doctoraba en Matemática, pero que luego retornó a la Argentina apostando a una propuesta de trabajo en Santa Fe.

Asimismo, destacaba el ingreso de mujeres en la actividad científica, y particularmente en el campo de la matemática: “hay un cambio, si recorrés los pasillos del Conicet, verás que está lleno de chicas jóvenes que están haciendo su doctorado”, expresaba Harboure.