Por Mario Cáffaro

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El fallecimiento, el 9 de mayo, de Miguel Lifschitz marcó un quiebre en la Cámara de Diputados y en la política santafesina 2021. Fue una de las tantas víctimas de la pandemia, pero que cobra mayor relevancia en la estructura institucional de la provincia. 
 

Lifschitz presidía la Cámara de Diputados donde llegó desde la Casa Gris encabezando la lista del Frente Progresista que armó de puño y letra. Catorce socialistas, once radicales y los restantes tres representantes de otros espacios frentistas. Control de comisiones claves y ante el escaso diálogo ensayado por el Poder Ejecutivo, una agenda en la Cámara armada por el frentismo. Además coqueteando con la candidatura a senador nacional aunque con su norte fijo en las elecciones de 2023 donde aspiraba volver a la gobernación.
 

Se interpuso el Covid y un deterioro en la salud que se fue agravando con el paso de las semanas hasta el triste final. El deceso impactó, por supuesto, en el Partido Socialista, en el Frente y en la institucionalidad. Semanas demandó a Diputados rearmar la mesa de conducción donde el elegido fue Pablo Farías. Después, la decisión del espacio NEO del radicalismo de Santa Fe de sumarse a Juntos por el Cambio y competir en las Paso nacionales con Maximiliano Pullaro significó la el resquebrajamiento del Frente Progresista que dejó de tener 28 diputados.
 

El socialismo encabezó el Frente Amplio Progresista e impuso a Clara García en la interna. Las Paso detuvieron a la Cámara por el inusual número de miembros que fueron precandidatos. Después la elección general donde los tres grandes espacios de la provincia compitieron tanto por los cargos nacionales como también en municipios y comunas.
 

Desde el punto de vista legislativo, el Poder Ejecutivo pudo obtener el aval de Diputados al proyecto de conectividad que es la autorización para la toma de un crédito externo a baja tasa. Allí fue el socialismo el que avaló el proyecto no así los radicales de Evolución que se diferenciaron claramente del proyecto. Ahora la pulseada típica de fin de año sobre el Presupuesto y los impuestos del año que llega.
 

Pero en el medio de la actividad propia de cada cámara, hubo una tarea de los diferentes bloques en la Comisión de Acuerdos especialmente en la investigación a la conducta de fiscales y del propio ex titular del Organismo de  Investigaciones, Marcelo Sain, quien terminó siendo destituido del cargo.
 

El año que finaliza marca algunas instancias de diálogo abiertas desde la Cámara de Diputados con el Poder Ejecutivo sobre temas puntuales como conectividad. Pero también hay dificultades en el diálogo político entre Diputados y el Senado especialmente desde el abroquelamiento del cuerpo en torno a los fueros de Armando Traferri.
 

Ese diálogo frío y circunstancial dejó en los cajones de comisiones de ambas cámaras decenas de proyectos de ley sin sancionar. No hubo 'clearing' y cada cuerpo terminó el año regular aprobando temas que tenían aval de la mayoría de los bloques.
 

Para la última semana, a la Legislatura le quedó definir Presupuesto, impuestos y emergencias. El desafío de un mayor diálogo y trabajo coordinado para el 2022 está planteado pero los escollos son los mismos que estuvieron en el año que se va.
 

Las Paso detuvieron a la Cámara por el inusual número de miembros que fueron precandidatos. Después la elección general donde los tres grandes espacios de la provincia compitieron tanto por los cargos nacionales como también en municipios y comunas.
 

Desde el punto de vista legislativo, el Poder Ejecutivo pudo obtener el aval de Diputados al proyecto de conectividad que es la autorización para la toma de un crédito externo a baja tasa. 

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