El próximo 27 de octubre desde las 14 y en la Estación Belgrano, la provincia subastará rodados decomisados durante los últimos cinco años a través de operativos por diferentes ilícitos. En los lotes armados para el remate se encuentran motocicletas, un camión Scania, automóviles y hasta una embarcación.

"Se trata de bienes que fueran decomisados y secuestrados como consecuencia de diversos procesos delictivos, y que quedaron en poder del Estado; ya sean delitos provenientes del narcotráfico o lavado de dinero, como cualquier otro ilícito", dijo a El Litoral el secretario de Justicia, Gabriel Somaglia. "Se les secuestran – acotó- a quienes delinquen y no pueden justificar su tenencia; quedan, entonces, para el Estado y como consecuencia de ello, se rematan".

Los interesados en participar se deberán inscribir desde este jueves en la página oficial del gobierno de la provincia (www.santafe.gov.ar/subasta). Por la situación sanitaria, habrá un aforo de mil personas; por ello, los primeros mil inscriptos tendrán el derecho de participar de manera presencial. Somaglia contó que se celebró un convenio con el Colegio de Martilleros para que sean los matriculados en esa entidad quienes lleven adelante el remate.

Foto: Gentileza

Los fondos

Según estimó Somaglia, la subasta permitiría recaudar unos 17 millones de pesos. "Esos fondos se destinarán a políticas de salud y educación", recordó. Aunque aclaró que algunos bienes podrían afectarse a comunas y municipios, de acuerdo con las necesidades. "Estos no solamente son vehículos destinados a obtener fondos líquidos, sino que también pueden ser asignados a algunas comunas para tareas de Samcos, bomberos, seguridad o riego, porque hay acoplados y camiones que a veces son útiles en las localidades. En estos casos – explicó-, otorgamos los vehículos en comodato; lo mismo hemos hecho con notebooks; muchas fueron usadas durante la pandemia para las audiencias de las personas privadas de libertad. Como se sabe, todos los bienes los recibimos del Ministerio Público de la Acusación".

El funcionario planteó que "llevar adelante una subasta no es una tarea sencilla por todos los informes previos que hay que realizar. Para quien resulte comprador de estos vehículos, el Estado se hace cargo de hacer la transferencia y ponerlo a su nombre, con la sustitución de dominio y patente".

- ¿Es mito o realidad que muchos de estos bienes terminan siendo comprados y retornando al mismo mundo delictivo del que provienen? - preguntó El Litoral.

- Cincuenta y cincuenta. Uno no puede controlar quién compra y cuál es el destino de ese bien subastado. La subasta es una venta al público que asiste, al mejor postor u oferente, y es un contrato de naturaleza y de índole privada. Si bien acá se hace en el marco del derecho público por lo que ordena la ley, como es libre el acceso del público, puede presentarse cualquiera.