Pasó una década de la obra de remodelación de la Costanera santotomesina, que fuera reinaugurada el 14 de octubre de 2011, luego de una serie de desmoronamientos de la barranca durante la inundación de 2003, que habían puesto en peligro además la estabilidad de una de las cabeceras del puente Carretero.

 

En la memoria colectiva está aquella fatídica inundación que -entre otras penurias- derribó el puente sobre la autopista a Rosario sobre el río Salado. Sin embargo por entonces el Carretero resistió el embate del agua, de un río que se había vuelto imponente y poderoso, el que hoy es apenas un "hilito" de agua.

 

"Este es el único puente que aguantó porque cuando lo construyeron dejaron libre su valle de inundación", dice Rubén Nessier, un antiguo vecino de la ciudad de Santo Tomé, que se crió junto al Carretero y lo transitó toda su vida. "Gracias a ello, con las sucesivas crecientes el puente jamás tuvo ningún tipo de riesgo".

 

En 2003 los desmoronamientos se llevaron parte del predio de Vialidad -junto al acceso al puente- y las viviendas contiguas. "Les comió una pileta de natación, un galpón y la casa del club, la casa de la familia Bianchi y la de Peralta -relata Nessier-. Yo lo vi cómo se caían, era impresionante". Pero también la fuerza del agua "erosionó la pila de la cabecera oeste del puente", recuerda.

 

Así fue como luego llegó la obra de defensa con la costanera nueva. "Pero le erraron con ese espigón que hicieron en la punta de la Costanera", dice Nessier. "Porque genera una correntada diferente a la que tenía y pone ahora en peligro a la otra cabecera, al punto tal que el río ya se ha comido una parte del pilar", advierte el vecino. "En este momento el río está bajo pero cuando crece se genera una gran turbulencia".

 

 

Qué dice la Provincia

 

Ante esta advertencia, El Litoral consultó al secretario de Recursos Hídricos de la provincia, Roberto Gioria, quien sostiene que "sin ninguna duda, en el proyecto del puente se deben haber estudiado los proceso de erosión".

 

"Si mal no recuerdo, el cauce del río fue ampliado en la zona antes del puente, 'comiéndole' una parte a la isla. Eso fue para enfilar los filetes líquidos de una determinada manera y disminuir así velocidades (de la corriente) que pudiesen erosionar el puente", dijo al respecto el actual funcionario.

 

El puente Carretero es parte de la traza de la ruta nacional 11. Por ende, "Vialidad Nacional es el organismo que debe controlar mediante batimetrías el estado del puente", dijo Gioria. "Se hace durante crecientes importantes y después de éstas, para determinar si ha sido erosionado y si surge algún problema con la estabilidad del puente", agregó.

 

-¿La obra de defensa de la costanera modificó el lecho del río?

 

-Probablemente se debe haber corrido el centro del río, pero para determinarlo hay que realizar una batimetría -dijo Gioria.

 

 

 

 

Qué dice Vialidad

 

"Durante la última crecida de 2017 se realizaron las batimetrías y arrojaron como resultado que no había problemas sobre las fundaciones del puente, estaban bien", dijo el vocero de Vialidad Nacional, Fernando Pais, quien además por ser santotomesino se involucró bastante en el tema.

 

Para realizar la defensa de la Costanera "sacaron tierra de la isla de enfrente", recordó Pais. "En su momento consuté y me dijeron que no afectaba el meandro del río, ni afectaba al puente", agregó sobre el final.

 

El puente Carretero fue inaugurado en 1939 y este 14 de julio cumplió 82 años en pie. En su origen fue pensado para que circulen a diario unos 2 mil vehículos y hoy tiene una altísima demanda de tránsito, con unos 40 mil. Junto al puente de la autopista a Rosario es la conexión vial entre las dos principales ciudades del área metropolitana, Santa Fe y Santo Tomé. Y hace varios años que se espera la construcción de un nuevo puente que alivie el tránsito en la zona y se evite así el colapso vehicular cotidiano, las demoras y accidentes.

SANTA FE CIUDAD

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