Por César Miño

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Con una performance a la que solamente le caben elogios, Sharks venció este mediodía a Jaguares, por 33 a 19, en partido correspondiente a la sexta semana del Super Rugby 2020. De este modo, la franquicia argentina cerró el periplo sudafricano con dos caídas (la primera había sido ante Stormers, por 17 a 7) y un triunfo ante Bulls (39 a 24); por lo que ahora volverá a presentarse en Buenos Aires, ante Highlanders.

El duelo entre los dos equipos que junto a Stormers son candidatos para marcar el rumbo en la Conferencia Sudafricana; pero además, para posicionarse en la general del certamen, pensando en el futuro acceso a los play-offs, no tuvo equivalencias.

Es que desde el inicio, Sharks alcanzó un protagonismo que prácticamente no abandonó en todo el desarrollo. Un par de elementos resultaron determinantes: el orden colectivo y la notable jerarquía en el aprovechamiento del juego aéreo, aprovechando los certeros kicks tácticos que abrieron la senda de los ensayos que llegaron casi por decantación.

Frente a esto, los argentinos no encontraron respuestas adecuadas, más allá de un par de buenos ensayos, que permitieron que el parcial se cerrara 22 a 12 en favor de los anfitriones, minimizando las diferencias existentes en el contenido.

El complemento arrancó y se desarrolló con características similares, pronunciando la sensación que los sudafricanos se sentían cada vez más cómodos, manejando un desarrollo muy favorable a sus aspiraciones. 

Más allá que Jaguares pudo descontar nuevamente, ilusionándose hasta con la posibilidad de sumar un punto bonus, lo acontecido en el campo de juego solo entregó certezas en cuanto a la superioridad de Sharks, que en buena medida no hizo más que revalidar el buen presente por el que atraviesa el rugby sudafricano. Más aún, al analizar un juego que además de la fortaleza física y la capacidad táctica,evidenció virtudes ofensivas que ratifican que en la tierra de los actuales campeones del mundo, también se puede practicar un muy buen rugby.