Las publicaciones muestran a un docente escribiendo en un pizarrón, a un músico tocando la guitarra, a una persona cultivando la tierra; pero el afiche que más controversia generó es aquel en el que aparece un científico del Conicet realizando una prueba de laboratorio.

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Luego de que los afiches aparecieran en la vía pública, varios usuarios se expresaron en las redes sociales, disconformes por el uso del nombre y logo del Conicet para un fin político.

Una de las personas que criticó duramente el contenido de los afiches fue la científica Sandra Pitta, que había tenido un cruce con el presidente electo Alberto Fernández, antes de las PASO.

Hoy, al conocer de la existencia de los afiches, la científica escribió en su cuenta de Twitter: "Esto es tan fascista que no sé por donde empezar. Empiezo por lo obvio: Conicet no es de un partido. Es una falta de respeto y una violación a la libertad de pensamiento que debe primar en el ámbito científico. ASCO".

Antes de las primarias de agosto, Fernández se había dirigido a Pitta con nombre y apellido para decirle que no tuviera miedo en caso de que ganara el Frente de Todos. "A ningún investigador nunca le voy a preguntar cómo piensa ni a quién vota. Así que, Sandra Pitta, no tengas miedo, te prometo que te voy a cuidar como a todos ellos, porque vos valés mucho, igual que todos ellos", había manifestado Fernández en un acto con científicos.

Sepan los genios de CONICET que permitieron esto (que son los mismos que le dieron mi nombre al tío Albert) que nos hunden como organismo de ciencia con estas actitudes.

— Sandra Pitta (@spitta1969) October 31, 2019

Pitta, previamente, había firmado una carta de apoyo a Mauricio Macri y, luego de conocer las declaraciones de Fernández, dijo que se había sentido "apretada".

La aparición de los afiches callejeros reavivó aquella polémica y, aunque el logo de Conicet no es el original, las opiniones contra el uso partidario de una institución estatal se hicieron evidentes en las redes.

Algunos usuarios, incluso, confundieron al emisor de los afiches y creyeron que eran publicados por el propio Conicet, al que acusaron de malgastar sus recursos. Sin embargo, se supo que las publicaciones no fueron elaboradas por la institución.