Por Ignacio Andrés Amarillo

SEGUIR

La bajante por sequía del lago Mead, (el mayor lago y embalse artificial de los Estados Unidos, situado en el río Colorado, a unos 48 km al sureste de Las Vegas, Nevada (entre los estados de Nevada y Arizona) está revelando secretos oscuros. En el curso de una semana se han encontrado restos humanos de dos personas. El sábado fueron encontrados restos esqueléticos; la policía está trabajando para identificar a la víctiva y la causa de la muerte.

Esto sucedió una semana después de que el cuerpo de un hombre fuera encontrado dentro de un barril de acero cerca del muelle de pesca del embalse, atrapado en el lodo. Los detectives creen que el hombre fue asesinado mediante un disparo entre mediados de los 70 y principios de los 80, basados en sus ropas y calzado. 

El detective de homicidios de Las Vegas, el teniente Ray Spencer, dijo a los medios locales que el momento se determinó debido a la ropa y los zapatos de la víctima, que se vendían en las tiendas Kmart en ese momento. Se están realizando más investigaciones para estudiar el metal corroído del barril para obtener más evidencia.

“Va a ser un caso muy difícil”, dijo el teniente Spencer a CBS News en Las Vegas después del primer descubrimiento. “Diría que hay una muy buena posibilidad de que, a medida que baje el nivel del agua, encontremos más restos humanos”.

Y este fin de semana, esa predicción resultó precisa. El Servicio de Parques Nacionales, que patrulla el lago Mead, dijo que testigos informaron el sábado por la tarde del último descubrimiento de “restos óseos humanos”. “La investigación está en curso. No hay más información disponible en este momento”, dijeron los funcionarios del parque en un comunicado de prensa. 

El descubrimiento del sábado fue hecho por dos hermanas que estaban remando, dijeron a los medios locales, y agregaron que pensaron que era una roca grande antes de encontrar huesos. “Al principio pensé que era un borrego cimarrón y luego comenzamos a cavar un poco y cuando descubrimos la mandíbula, nos dimos cuenta de que eran restos humanos”, dijo Lindsey Melvin a CBS. “Durante mucho tiempo estuve incrédula. Como si no pensara que realmente encontramos restos humanos”, agregó su hermana Lynette Melvin.

La policía de Las Vegas dijo el lunes que no se sospecha de ningún delito en la segunda muerte en este momento, pero que “investigarán si se determina que es un homicidio o una muerte sospechosa”.

Disparo en el ocaso

Estos descubrimientos, especialmente el primero (con su muerte violenta y el descarte del cuerpo en el barril) remiten a los tiempos más intensos de la actividad mafiosa en Las Vegas, que comenzó con Benjamin “Bugsy” Siegel, el gángster de origen judío que desarrolló su actividad en la capital del juego, empezando con el hotel Flamingo, de la mano del lavador de dinero Meyer Lansky. Siegel tuvo su película en 1991, con Warren Beatty como protagonista. Pero también tiene su parte en la más grande saga sobre la mafia: hablamos de “El padrino”, creación literaria de Mario Puzo, que Francis Ford Coppola inmortalizó en el cine. Siegel fue la base para el carácter y la personalidad de Moe Greene (interpretado por Alex Rocco), el socio en Las Vegas de Michael Corleone, cuya operación se queda el heredero de Don Vito, quien incluso muda a su familia a una mansión junto al otro espejo de agua emblemático en la zona, el lago Tahoe.

En esas aguas se produce una de las emblemáticas escenas de la segunda parte de la trilogía: el asesinato de Fredo Corleone a manos del secuaz Neri, durante una excursión de pesca. Michael ordena a último momento que su hijo no acompañe a los dos adultos a pescar, y se queda expectante en el ventanal que da al lago. En paralelo a otro crimen y un suicidio, Fredo es ejecutado desde atrás por Neri, mientras reza un Ave María en el crepúsculo.

Vivir como un padrino

La lujosa mansión que Coppola eligió como residencia de Michael y su familia fue puesta a la venta por 5, 5 millones de dólares en mayo de 2020. La “Fleur du Lac”, como es llamada la mansión, está dentro de una finca privada de seis hectáreas al borde del mencionado lago. Lleva casi 30 años fuera del mercado y ha sido dividida en 22 casas individuales. Una de ellas está a la venta por más de cinco millones de dólares; cuenta con aproximadamente 400 metros cuadrados, cuatro dormitorios y cinco baños. Al complejo no le falta detalle e incluso tiene acceso a un pequeño puerto privado, así como impresionantes vistas a la montaña.

La casa original fue levantada en 1935 por el empresario industrial Henry Kaiser y construida en tan solo 30 días con la ayuda de 300 trabajadores, aunque Kaiser vendió la propiedad en los años 60.