Si existe un pintor argentino cuya obra está presente en el imaginario colectivo de los argentinos, ese es Antonio Berni. El hombre que nació casi junto al siglo XX en Rosario y murió en 1981 en Buenos Aires, plasmó en sus obras la realidad social de su tiempo. Dialogó, desde las artes plásticas cuyos códigos manejó con maestría y con una impronta particular, con la marginalidad, la pobreza, la exclusión. Literalmente, pintó las villas de las grandes urbes. Algo que convierte a sus trabajos en crudos reflejos de su país y en un llamado de atención que tiene vigencia. Adriana Muscillo, en un artículo de su autoría publicado por el diario Clarín en 2021, lo describió con acierto como “el pintor de la argentinidad que sufre”. En paralelo, como dice la revista española “Descubrir el arte” fue capaz de “aunar la tradición figurativa de la pintura con las vanguardias”.

 

 

El propio Berni aseguró que, en su mirada, “el verdadero artista y el verdadero arte de un pueblo es aquel que abre nuevos caminos, impulsados por las cambiantes condiciones objetivas. En cambio, dejan de serlo los que pasan y obran según un cliché establecido, aferrándose a formas pasadas y caducas, que no obedecen a ninguna realidad artística ni social”. A partir de esa premisa, desarrolló dos series plásticas y narrativas sobre la base de los personajes Juanito Laguna y Ramona Montiel, totalmente reconocibles incluso para quienes no tengan relación con las artes plásticas, que manifiestan la visión que tenía Berni respecto a la marginalidad. Juanito es un niño de una familia obrera que representa la vida cotidiana en los barrios periféricos y Ramona una mujer del interior que llega a Buenos Aires en busca de una realidad mejor y termina oprimida por la gran ciudad.  

 

 

 

Berni, que falleció en 1981, dejó un legado que el mundo entero admira. En su artículo “Todos los niños son Juanito Laguna”, publicado en El País, a propósito de una muestra en el museo Lázaro Galdiano de Madrid centrada en esa creación del argentino, Jorge Morla sostiene que Berni es “quizá el artista argentino más importante del Siglo XX”. La curadora de la exposición, Diana B. Wechsler afirma que el reconicimiento y la vigencia de Berni obedecen a su “capacidad de reinvención permanente, su atenta y poderosa mirada sobre cuestiones sociales y políticas, así como su apuesta estética y la variedad de su propuesta plástica”.

 

 

 

Exposición en el Rosa

 

 

El 14 de agosto de 1965 el propio Berni visitó la ciudad de Santa Fe para participar en la apertura de una muestra en el Museo Provincial de Bellas Artes Rosa Galisteo de Rodríguez, que incluyó obras de su autoría de distintas etapas y otras del santafesino Richard Pautasso. En la inauguración de la exposición retrospectiva, que recibió halagos del público y la crítica, estuvo presente entre otros el entonces director de Cultura de la provincia, el poeta esperancino José Pedroni. El director del Museo, Isaac Aizenberg, manifestó que “es como si Berni nos tomara de la mano desde el año 1927 para mostrarnos los panoramas de la vida sobre los cuales fijó sus ojos escrutadores, sus sentimientos de hombre, su sensibilidad humana y sus condiciones de artista, para darnos una visión de su mundo explorado, analizado, sentido, radiografiado y expresado sin acentos declamatorios, con una naturalidad propia de quien se siente protagonista en el drama y la comedia de vivir”. 

 

 

Durante su paso por la capital provincial, Berni visitó las oficinas de Diario El Litoral. En una entrevista publicada por el vespertino el miércoles 18 de agosto de 1965, Berni desgrana su mirada sobre el arte y sus problemáticas. Consultado respecto si observaba, a nivel internacional, una crisis de arte, Berni afirmó: “considero que esta es una época de transformaciones en la que paralelamente se construye y se destruye al mismo tiempo, con una riqueza admirable. Esto sucede en todos los órdenes, planos sociales, políticos, económicos aún en la ciencia misma”. En la misma charla, cuando se le preguntó por el éxito internacional de los personajes Juanito Laguna y Ramona Montiel, siendo tan típicamente argentinos, Berni respondió: “Porque lo humano es un fenómeno universal y se da en todas las latitudes”. 

 

 

 

La pregunta como denuncia

 

 

Los santafesinos que recorrieron las diferentes instancias de la muestra, pudieron recorrer el mundo de Berni a través de sus pinturas, collages, grabados, dibujos y construcciones policromadas. El 22 de agosto, El Litoral publicó una nota en la cual se refiere a la muestra de Berni en el Museo Rosa Galisteo de Rodríguez como un “verdadero acontecimiento de arte”. El cronista y crítico del vespertino describe allí al rosarino como un pintor de ideas. “Artista sustancial, ha comprendido que la expresión de los múltiples estados interiores que vive el hombre (y que lo representan) son el mayor testimonio que un artista puede brindar del mundo natural que le rodea. Estados interiores que para él son formas dentro de otras formas, colores que se invaden los unos a los otros; ordenados caos, en fin, a través de los cuales la pregunta se impone como una denuncia antes que como una duda”.