Redacción de El Litoral

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Asunción del Paraguay se ha convertido durante esta semana en el epicentro de la natación continental porque allí se está disputando desde el miércoles pasado y hasta el domingo próximo el Campeonato Sudamericano de Natación, que este año tiene una connotación especial porque, a sólo cuatro meses de disputarse los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, es uno de los pocos eventos homologados por La Federación Internacional de Natación que restan para que los nadadores busquen hacer las marcas mínimas establecidas para competir en el evento deportivo mundial más importante que tendrá el año.

Durante las últimas dos jornadas, a disputarse mañana y el domingo respectivamente, Santiago Grassi será protagonista de la acción en la pileta del Centro Acuático Nacional en los 50 y 100 metros mariposa. Será el debut absoluto del joven nadador rojiblanco en un Sudamericano de mayores, hecho éste que resulta algo llamativo y demuestra la notable evolución que ha tenido en los últimos doce meses, a tal punto de haber representado a nuestro país en primera instancia en los Juegos Panamericanos y en el Campeonato Mundial celebrados el año pasado, y luego en una competencia de menor rango como es ésta.

Fin de ciclo

Asunción será una parada importante para Grassi. Al regreso de los Juegos Panamericanos de Canadá y el Campeonato Mundial de Rusia, celebrados en julio y agosto del año pasado respectivamente, y ya con la clasificación a los Juegos Olímpicos en el bolsillo, la preparación de Santiago se hizo a un año vista fijando como objetivo principal Río de Janeiro y con dos eventos complementarios que implicaron la planificación de sendos macro ciclos de entrenamiento: el primero se cumplió en diciembre pasado cuando se disputó el Campeonato Argentino —donde Santiago retuvo el título en los 100 mariposa— y el segundo termina con este campeonato.

Adrián Tur, entrenador del poseedor del récord argentino en este estilo y distancia, se encargó de explicarlo: “Santiago viene de entrenar en la altura con todo el equipo nacional de natación durante 3 semanas, generalmente cuando un nadador va a la altura los progresos se ven a los 15 ó 20 días de bajar al llano, por lo que consideramos que en Asunción deberían verse los resultados. Estamos trabajando muy bien de acuerdo con el programa establecido. Para el Sudamericano, pretendemos estar más cerca de su mejor marca y así seguir progresando día a día”.

Seguidamente, fue el mismo nadador el que complementó las definiciones de su entrenador: “Voy tranquilo sabiendo que este torneo es parte de un proceso que termina en los JJ.OO. y con la satisfacción de integrar el seleccionado, porque cuando competís por la bandera argentina se dan cosas increíbles; por supuesto que voy con la esperanza del mejor resultado, si se da en buena hora y si no, no tengo que volverme loco porque recién estoy arrancando este camino a Río”.

Santiago sabe que ser uno de los pocos nadadores argentinos ya clasificados para Brasil hace que la vara respecto de las expectativas en cuanto a su rendimiento esté alta: “Dentro del equipo argentino sólo somos tres los clasificados a los Juegos, por eso es posible que esperen un poco más de nosotros; siempre hay alguna expectativa de medalla sobre algunos nadadores y eso implica estar concentrado al máximo para buscar estar en el podio. De cualquier forma, no me voy a desalentar ni desmotivar si no llego a hacer mi mejor marca”.

Medallas y marcas

Es recurrente en estos campeonatos formularle a los protagonistas la pregunta respecto de la preferencia entre los dos parámetros más importantes: la medalla o la marca. Mientras que tener una medalla en la mano significa no sólo ser uno de los tres mejores competidores de Sudamérica sino también incide en el medallero como indicador del nivel en que se encuentran cada uno de los países participantes, las marcas tienen que ver más con el rendimiento individual y el proceso de preparación de los nadadores.

En tal sentido, Grassi expresó: “Voy por la marca, estuve repasando lo realizado en 2015 y a esta altura del año había bajado por primera vez en mi carrera los 53 segundos (52.94 en Mar Del Plata), por lo tanto si este fin de semana hago una buena marca y me acerco a mi mejor tiempo (52.09) ya me posicionaría mejor que el año pasado y todavía tendría un par de torneos más para acomodarme antes de los Juegos”.

Cumplido el primer trimestre del año, y ante la importancia del campeonato, es inevitable pedirle una reflexión final teniendo en cuenta que solamente lo separan cuatro meses de su debut olímpico: “Ya estoy empezando a visualizar la marca que pretendo hacer en Río, de a poco voy pensando cómo quiero que esté mi cuerpo, cómo quiero sentirme en el agua, sin desesperarme, sabiendo que todavía falta un tiempo pero no tanto”.