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Miércoles 19.01.2022 - Última actualización - 16:05
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Uno de los grandes pensadores del siglo XX | Por Susana Kesselman

Mi homenaje a Gilles Deleuze en el aniversario de su nacimiento


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Uno de los grandes pensadores del siglo XX | Por Susana Kesselman Mi homenaje a Gilles Deleuze en el aniversario de su nacimiento

Por Susana Kesselman | Télam

 

Este martes 18 de enero celebramos el nacimiento de uno de los filósofos más importantes del siglo XX: Gilles Deleuze. Su palabra sigue guiándonos en el siglo XXI y no dudo que continuará haciendo huella en siglos venideros.

 

No es mi propósito hacer una enumeración de una obra tan vasta como la que escribió este filósofo nacido en París en 1925, algo que se puede consultar en algunas biografías, pero sí -en mi caso, que no soy filósofa sino terapeuta corporal-, comentar qué ideas, qué libros han influido en mi tarea profesional y la han enriquecido.

 

Eduardo "Tato" Pavlovsky escribió en el periódico Página/12 un comentario del que reproduzco un fragmento:

 

"Deleuzeanos sin saberlo:

 

Con Hernán Kesselman no fuimos sus discípulos. No tuvimos la suerte de conocerlo. Ni él sabía de nuestra existencia. Pero estaba siempre entre nosotros, entre nuestros grupos de terapia y de formación. Nos amplió nuestra perspectiva de la clínica grupal hasta desbordarla… La Multiplicación Dramática no es sino un frondoso rizoma deleuzeano de la clínica grupal".

 

A mí, como eutonista y como terapeuta corporal, me sucedió el descubrimiento de un Deleuze que me hablaba, que me inspiraba, me interrogaba el trabajo.

 

Y la inspiración pide espiración y en ese intercambio vino la lectura de "La lógica de la sensación" (1969), que me dejó la frase: "La sensación es una pregunta que debemos hacernos aunque el silencio nos responda".

 

Luego de leer "Conversaciones" (1977) me di cuenta de que en una terapia corporal cuando tocamos un cuerpo no lo podemos tocar en cualquier momento. Como en el windsurf, hay que penetrar en el ritmo de la ola y saber que hay un ritmo en el vínculo que no está ni mal ni bien, sólo que algunas técnicas fracasan por el destiempo.

 

También entendí que las personas tenemos intercesores, que nos acompañan en los tránsitos aunque no los nombremos o no nos nombren; aprendí que no es lo mismo interrogar que preguntar, y además que la quietud es inquietante.

 

Leyendo "Mil mesetas" (1980) entendí que hay raíces que se hunden en la profundidad de la tierra y que ésas a veces nos impiden los traslados a tierras mejores, y que hay otro tipo de raíz, los rizomas, que son raíces por extensión, como las de los lirios del campo. Raíces que nos permiten el nomadismo.

 

También descubrí en ese libro los ritornelos. Y todas las noches antes de dormir me fabrico uno, como tránsito para entrar en otro territorio. Tengo ritornelos para empezar una clase, para terminarla, incluso para escribir una nota. El ritornelo cuyo concepto es de la música, en "Mil Mesetas" se usa como ese ritmo que nos permite…un cambio de ritmo, una salida de un territorio conocido a otro que no lo es. Un ritmo que nos ayuda a una salida, a dar ese paso entre el adentro y el afuera.

 

En "Mil Meseta"s, en alianza con otro grande a quien sí conocí, Félix Guattari, pone fecha a cada meseta, hecho que a mí me inspiró la idea de mesetas en nuestras vidas, fechas significativas en el entrecruzamiento de la historia personal y de la historia social.

 

Así como "Tato" hablaba de los aportes del pensamiento de Gilles Deleuze al trabajo de la Multiplicación Dramática, yo quería decir que tanto él como Hernán Kesselman me abrieron al pensamiento deleuzeano, que hicieron de puente para ese alimento que no para de alimentar.

 

DELEUZE, EL HOMBRE Y SUS OBRAS

El filósofo parisino tuvo una prolífica actividad literaria durante sus 70 años de vida. Aquí algunas de sus obras.
"Empirismo y subjetividad" (1953); Nietzsche y la filosofía" (1962); "La filosofía crítica de Kant" (1963); "Proust y los signos" (1964); "Nietzsche" (1965); "El bergsonismo" (1966); "Presentación de Sacher-Masoch" (1967); "Spinoza y el problema de la expresión" (1968); "Différence et Répétition" (1968); "Lógica del sentido" (1969); "Spinoza: Filosofía práctica" (1981); "Francis Bacon: Lógica de la sensación" (1981); "Cine 1 - La imagen-movimiento" (1983); "Cine-2: La imagen-tiempo" (1985); "Foucault" (1986); "Pericles y Verdi" (1988); "El Pliegue" (1988); "Crítica y clínica" (1993); "Derrames. Entre el capitalismo y la esquizofrenia" (2005).
Junto a Félix Guattari publicó "El Anti-Edipo" (1972); "Kafka. Por una literatura menor" (1975); "Rizoma" (1976); "Mil Mesetas" (1980); "¿Qué es la filosofía?" (1991).
Con Carmelo Bene, "Superposiciones" (1979); con Claire Parnet "Conversaciones" (1977) y con Michel Foucault, "The Intellectuals and Power: A Discussion Between Gilles Deleuze and Michel Foucault" (1973).

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El texto original de este artículo fue publicado en nuestra edición impresa.
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