
La policía tuvo que lanzar gases para controlar a los manifestantes, según informó la agencia Reuters.
Jovenel Moïse, el presidente de Haití que fue asesinado a balazos el pasado 7 de julio, ha sido enterrado este viernes en la localidad de Cap-Haitien en una accidentada ceremonia. Las delegaciones de Estados Unidos y de otros países tuvieron que abandonar el lugar apresuradamente después de que se escucharan disparos en las protestas que detractores de Moïse llevaban a cabo en las inmediaciones del lugar en el que se celebraba el funeral. La policía tuvo que lanzar gases para controlar a los manifestantes, según informó la agencia Reuters. Testigos citados por la agencia dijeron haber oído lo que parecieron disparos y haber olido el gas. No se han reportado daños personales entre los asistentes a la ceremonia. Los restos mortales de Moïse, llegaron cargados por un grupo de deudos en un ataúd cubierto con la bandera nacional haitiana.
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