Campolitoral
El aspecto del cultivo en el campo anticipa un drama para muchos, ya sea por potreros perdidos o por el derrumbe de los rindes a causa de la sequía. Estarían en riesgo más u$s 500 millones en la provincia.
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La cosecha de soja que está iniciandose será recordada por las dificilísimas condiciones ambientales en las que se desarrolló, a causa de la intensa sequía, y por las inmensas pérdidas que esto ocasionará a toda la cadena y a la economía argentina en general.
En lo inmediato, las primeras valoraciones se dan a campo, donde el aspecto del cultivo anticipa un drama para muchos, ya sea por potreros perdidos o por el derrumbe de los rindes, a causa del stress hídrico en momentos clave y el acoso de plagas y enfermedades. También vale anticipar problemas de calidad que replicarán en penalizaciones a la hora de vender la cosecha y en la calidad de la semilla para la próxima campaña.
En tales circunstancias, desde la Bolsa de Comercio de Rosario recalcularon la producción de soja en 40 millones de toneladas (17 menos que el año pasado), tras recortar 6,5 millones a lo estimado en febrero. Esto, sumado a las pérdidas proyectadas en el maíz (la cosecha sería de 32 millones de toneladas), anticipan un perjuicio directo para los productores de u$s 1.550 millones que, sin embargo, se potenciaría hasta los u$s 4.600 millones al sumar las actividades conexas, como transporte, maquinaria o construcción.
Al respecto, esta semana el economista Gonzalo Rondinone, mágister en Gestión de Riesgo Financiero de la UBA, reveló datos recabados por el Sistema de Evaluación de Pérdidas por Sequías e Inundaciones (SEPSI) a partir de los cuales se infiere un “valor a riesgo” por las pérdidas que podrían esperarse en soja a nivel de departamentos, en base a una simulación que contempla sequías anteriores. De este monitoreo se deduce que en la provincia están en juego u$s 539,23 millones, equivalente al 20 % de los u$s 2.668 millones de quebranto que podría darse en el centro de la región agrícola (sumando Córdoba, Buenos Aires y Entre Ríos). Los mayores riesgos de perjuicios se ubicarían en General López, Castellanos, San Martín, 9 de Julio y Las Colonias.
De primera
El último informe semanal del Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) de la Bolsa de Comercio de Santa Fe, indció que el avance en los estados fenológicos de las sojas tempranas bajo las condiciones ambientales que se registraron hasta la fecha fueron normales y se mantuvo un estado sanitario bueno, aceptable en general, sin inconvenientes, manteniéndose la muy baja presión de presencia de plagas, como oruga medidora, bolillera y chinches.
Un 75 % de los lotes de la superficie sembrada para esta campaña 2017/2018 presentó estado bueno, con cierto porcentaje a muy bueno, conservando los indicadores ya enunciados, como un muy buen desarrollo de estructura, altura y stand de plantas, como así también buena cantidad de flores en nudos y vainas.
Un 18 % presentó estado bueno a regular, como consecuencia del estrés hídrico y térmico sufrido, acentuado por la ausencia de precipitaciones y el 7 % restante estado regular a malo, consecuencia de lo mencionado. Particularmente este porcentaje se ubicó geográficamente en la zona del centro norte del área de estudio.
Tardías
En tanto se mantuvieron las condiciones climáticas y las características del período seco, se estimó que un 75 % del área sembrada con soja de segunda presentó diferentes grados de afectación, situación que con el transcurso de los días disminuyó las probabilidades de cambio, por lo cual la producción final resultaría inferior y de importancia a la campaña pasada.
Los productores hicieron cambios en la planificación y tomaron decisiones día a día. Una de las posturas que se mantuvo fue la del pastoreo con animales y en otros casos, la realización de rollos para reserva, ante la complicada situación a futuro de las ofertas de forraje.
Los síntomas principales enunciados continuaron incrementándose, como lo fueron: poco desarrollo de estructuras y stand de plantas, bajas alturas, entresurcos no cerrados, amarillamiento de hojas basales, no uniformidad de lotes (desparejos) y mortandad de plantas a medida que pasaron los días.